domingo, 3 de agosto de 2014

Hannes Schwarz, verde que te quiero verde

Andalucía en los años ochenta. Un cochecito que pasea por las curvas del paisaje, por las líneas rectas, onduladas e infinitas del árido campo, bajo el sol ardiente y con el relente de las noches de verano. Aunque no está a su vera, él la siente muy cerquita: su paleta de colores que ya baila al compás del aire limpio de su tierra, el Steiermark austriaco.

Así me imagino yo a este hombrecito al que recuerdo bondadoso, sentado en su casa de piedra y vidrio, mucho vidrio y luz que entraba iluminando aquella visita, allá por el verano de 2005. De aquel día conservo el leve recuerdo de una profunda impresión que deja el conocer a un anciano artista, para mí desconocido pero a la vez cercano, como nos son muchas personas de edad. Yo empezaba a retomar el alemán olvidado en mi infancia, ese idioma que había sido parte de mí y que se me fue escapando poco a poco, volviéndose ajeno ¿cómo podía ocurrir algo así? Ese verano en Austria, aquella visita y aquel libro de sus obras nacidas a partir del estudio concienzudo del paisaje andaluz que Hannes Schwarz llevó a cabo a la vuelta de su viaje, me acercaron mucho, muchísimo a este idioma y a esta cultura, sin los que ahora me es posible vivir.

Desde aquí quisiera rendir mi homenaje a Hannes Schwarz, verde que te quiero verde.

Baumgruppe

1985
(Grupo de árboles)

Das Zelt

1986
(La tienda de campaña)

Para saber más sobre las obras de Hannes Schwarz de su "Spanische Reflexionen - Reflejos de España", visita: http://www.khm.at/de/besuchen/ausstellungen/archiv/2003/spanische-reflexionen-reflejos-de-espana/?offset_4315=2&cHash=ea1c1019dba54ff47140ba70ebdba02b

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