Andalucía en los años ochenta. Un cochecito que pasea por las curvas del paisaje, por las líneas rectas, onduladas e infinitas del árido campo, bajo el sol ardiente y con el relente de las noches de verano. Aunque no está a su vera, él la siente muy cerquita: su paleta de colores que ya baila al compás del aire limpio de su tierra, el Steiermark austriaco.
Así me imagino yo a este hombrecito al que recuerdo bondadoso, sentado en su casa de piedra y vidrio, mucho vidrio y luz que entraba iluminando aquella visita, allá por el verano de 2005. De aquel día conservo el leve recuerdo de una profunda impresión que deja el conocer a un anciano artista, para mí desconocido pero a la vez cercano, como nos son muchas personas de edad. Yo empezaba a retomar el alemán olvidado en mi infancia, ese idioma que había sido parte de mí y que se me fue escapando poco a poco, volviéndose ajeno ¿cómo podía ocurrir algo así? Ese verano en Austria, aquella visita y aquel libro de sus obras nacidas a partir del estudio concienzudo del paisaje andaluz que Hannes Schwarz llevó a cabo a la vuelta de su viaje, me acercaron mucho, muchísimo a este idioma y a esta cultura, sin los que ahora me es posible vivir.
Desde aquí quisiera rendir mi homenaje a Hannes Schwarz, verde que te quiero verde.
Baumgruppe1985(Grupo de árboles) |
Das Zelt1986(La tienda de campaña) |
Para saber más sobre las obras de Hannes Schwarz de su "Spanische Reflexionen - Reflejos de España", visita: http://www.khm.at/de/besuchen/ausstellungen/archiv/2003/spanische-reflexionen-reflejos-de-espana/?offset_4315=2&cHash=ea1c1019dba54ff47140ba70ebdba02b
No hay comentarios:
Publicar un comentario