jueves, 6 de marzo de 2014

Perlas del mar

"Polvo eres y en polvo te convertirás" reza aquella cita bíblica del Génesis. Polvo de la tierra y con ella, del fuego, del aire, del mar, del agua. Recuerdo una poesía de Max Dauthendey, donde dos enamorados pasan a ser pequeños como polvo de perlas y la tarareo pensando en aquella primera maravilla que abría el primer álbum de quien ya es polvo, Paco de Lucía.


Wir gehen am Meer im tiefen Sand,
Die Schritte schwer und Hand in Hand.
Das Meer geht ungeheuer mit,
Wir werden kleiner mit jedem Schritt.
Wir werden endlich winzig klein
Und treten in eine Muschel ein.
Hier wollen wir tief wie Perlen ruhn,
Und werden stets schöner, wie die Perlen tun.
 
Caminamos por la mar por las arenas profundas,
con pasos pesados de la mano.
La mar nos acompaña con su inmensidad,
a cada paso empequeñecemos.
Por fin somos muy pequeños
y en una concha entramos.
Aquí queremos descansar profundamente como las perlas,
siempre siendo más hermosos, como las perlas lo son.