miércoles, 17 de septiembre de 2014

Artoteca: imágenes en alquiler

En Berlín hay una biblioteca que hace ya cincuenta años se construyó con donaciones de los americanos. La idea era crear un "escaparate del Oeste" con el que, entre otros menesteres, poder poner en práctica el proceso de "reeducación" de una nación que quería hacer borrón y cuenta nueva. Por supuesto, a base de libros, como debía ser.

Cincuenta años después es hora de que la ciudad le haga un lavado de cara a esa biblioteca, esta vez con dinero estatal. Tras varios meses de polvo, ruido, cambio de estanterías y mal genio, la biblioteca abre de nuevo sus puertas y ofrece, allá donde estuviera el salón del piano, una artoteca. La idea es simple pero a la vez genial: si a la biblioteca se va a tomar prestados libros, ¿por qué no tomar prestado un cuadro? No hace falta más que un carné y una pared en casa donde tener una obra única durante 3 meses (con posibilidad de renovar el periodo de préstamo si le vamos cogiendo cariño a la criatura).
Schmit: Quadratur des Kreises (1972)

Viendo esto me pregunto hasta qué punto esta idea tendrá éxito y acogida en Berlín. Y, sin ser fatalista, qué sería de una artoteca en España. Que a los humanos nos gusta lo particular, y más si es algo que los demás no tienen, está más que constatado. Que la cultura toma forma a través del arte, también. Pero que las personas podamos pensar (y actuar civilizadamente), no está tan claro.


El artista alemán Tomas Schmit (1943-2006) investigó sobre los modos de pensamiento humano y las interconexiones entre el exterior y el interior. Su búsqueda quedó recogida en un catálogo titulado "Können Menschen denken?" ("¿Las personas pueden pensar?") que, a mi entender, bien pudiera servir de modo de empleo de cualquier artoteca.

Schmit: In jeder Hinsicht unter- und übertrieben (1992)

             

Schmit: From the history of conciousness (2003)

(Imágenes del archivo de Tomas Schmit: http://tomasschmit.com/)