¿Cómo sobrevivir a un verano sin mar, arena y olas?
INSTRUCCIONES
1. Un libro en la mano: André Kubiczek y Skizze eines Sommers
Cubierta de Rowolth |
2. Una canción: "El nadador", de Radio Futura
3. Y un poema de Charles Baudelaire: "El hombre y el mar"
¡Hombre libre, tú siempre has de querer al mar!
El mar es el espejo donde tu ser se mira
En la onda que hacia lo infinito se estira
Y de ese amargo abismo tu alma está a la par.
Te gusta hundirte en esa imagen atroz,
Tus ojos y tus brazos la abarcan. Y el sonido
Que hay en tu corazón a veces es vencido
Por el de ese lamento indomable y feroz.
Ambos son por igual cerrados y discretos:
Hombre, ninguno sabe si hay fondo en tus honduras,
Oh mar, nadie conoce tus riquezas oscuras,
¡Tanto que se empecinan en guardar sus secretos!
Y sin embargo, desde siglos innumerables
Los dos se están peleando sin tregua ni piedad.
¡Que manera de amar la muerte y la crueldad,
Oh eternos luchadores, oh hermanos implacables!
(Les Fleurs du Mal, 1857, traducción de Raúl Gustavo Aguirre)
El mar es el espejo donde tu ser se mira
En la onda que hacia lo infinito se estira
Y de ese amargo abismo tu alma está a la par.
Te gusta hundirte en esa imagen atroz,
Tus ojos y tus brazos la abarcan. Y el sonido
Que hay en tu corazón a veces es vencido
Por el de ese lamento indomable y feroz.
Ambos son por igual cerrados y discretos:
Hombre, ninguno sabe si hay fondo en tus honduras,
Oh mar, nadie conoce tus riquezas oscuras,
¡Tanto que se empecinan en guardar sus secretos!
Y sin embargo, desde siglos innumerables
Los dos se están peleando sin tregua ni piedad.
¡Que manera de amar la muerte y la crueldad,
Oh eternos luchadores, oh hermanos implacables!
(Les Fleurs du Mal, 1857, traducción de Raúl Gustavo Aguirre)
Mezcle todo y agite bien. Ya queda menos para la próxima tormenta de arena y calor.
(Para José Luis)